
La tradición del coachbuilding ha estado presente en el ADN de Bugatti durante más de un siglo. Desde los diseños atemporales de Jean Bugatti hasta las esculturas de Rembrandt Bugatti, la marca siempre ha buscado fusionar arte y automoción. Ahora, Bugatti presenta el Programme Solitaire, una propuesta exclusiva que lleva la personalización al máximo nivel con vehículos únicos, one-of-one, que celebran la herencia histórica de la marca y al mismo tiempo empujan los límites de la artesanía contemporánea.
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La primera creación de este programa, más allá incluso del universo de Bugatti Sur Mesure, es el Brouillard, un coupé extraordinario que rinde homenaje al caballo favorito de Ettore Bugatti. El animal, bautizado con este nombre y capaz de abrir la puerta de su establo gracias a un mecanismo diseñado por Ettore, encarnaba las cualidades que el fundador admiraba: velocidad, belleza y gracia incomparable. Su manto blanco con matices de niebla matinal se traduce ahora en un automóvil que no solo honra su memoria, sino que reinterpreta el espíritu de Bugatti con un enfoque totalmente contemporáneo.

De la tradición a la modernidad: el espíritu de Solitaire
El Programme Solitaire toma como inspiración los orígenes del coachbuilding del siglo XX, cuando los carroceros creaban las formas más bellas en colaboración con fabricantes. Jean Bugatti revolucionó este concepto al integrarlo dentro de la propia marca, dando vida a iconos como el Type 57 SC Atlantic y sus múltiples variantes (Galibier, Stelvio, Ventoux y Atalante).

Hoy, el Brouillard se erige como la reencarnación moderna de ese legado, construido sobre la base del W16 quad-turbo de 1.600 CV, la evolución más refinada de un motor que lleva casi dos décadas marcando la cúspide de la ingeniería automotriz.

Diseño: proporciones clásicas y aerodinámica avanzada
El equilibrio estético del Brouillard responde a principios clásicos de proporción y volumen. La parte baja del coche en tonos oscuros realza la ligereza visual de la carrocería, proyectando una silueta más baja, larga y dinámica. El resultado: un coche que parece más ágil, con ruedas de mayor protagonismo y una identidad visual inconfundible.

En lo aerodinámico, la carrocería integra soluciones funcionales sin sacrificar la elegancia: tomadas de aire optimizadas, un alerón fijo tipo ducktail, y un difusor trasero rediseñado que maximiza la superficie útil gracias a un innovador sistema de escape. Todo ello representa la culminación del desarrollo técnico del W16.

Interior: tradición y vanguardia
Dentro del Brouillard, la atención al detalle alcanza un nivel de alta costura automotriz. Materiales exclusivos como tejidos tartán de París, fibra de carbono teñida en verde y aluminio mecanizado conviven con un techo panorámico de cristal que aporta una experiencia casi catedralicia.

Cada elemento rinde homenaje al legado Bugatti: bordados de caballos en paneles y asientos, tapicerías personalizadas, e incluso una palanca de cambios torneada en aluminio sólido con una escultura en miniatura del caballo Brouillardencapsulada en cristal. Una obra de arte en sí misma.

Un encargo personal y un legado familiar
El propietario del primer Brouillard es un coleccionista apasionado de Bugatti, no solo de automóviles históricos y modernos, sino también de piezas de Carlo Bugatti y esculturas de Rembrandt Bugatti. Su deseo: reunir la esencia de toda la familia Bugatti en un coche que celebrase una de las pasiones más íntimas de Ettore, su amor por los caballos.
El resultado es una creación que trasciende lo material para convertirse en un tributo histórico, artístico y emocional a la familia Bugatti.

Exclusividad sin precedentes
El Bugatti Brouillard fue presentado oficialmente durante la Monterey Car Week como el primer proyecto del Programme Solitaire. Este programa producirá un máximo de dos unidades al año, cada una con un nivel de atención y artesanía absoluto.
Aunque los chasis y motores estarán basados en plataformas ya existentes, cada unidad ofrecerá carrocerías y habitáculos completamente únicos, consolidando a Solitaire como el nuevo estándar en la personalización automotriz de ultra lujo.

El Bugatti Brouillard debuta en The Quail, A Motorsports Gathering
El exclusivo Bugatti Brouillard, primera creación del Programme Solitaire, tuvo su presentación mundial en The Quail, A Motorsports Gathering, uno de los escenarios más refinados y esperados dentro de la Monterey Car Week. En los cuidados jardines del Quail Lodge & Golf Club, rodeados por la belleza natural del Carmel Valley y las cumbres de la Santa Lucia Range, coleccionistas y entusiastas del automóvil pudieron contemplar por primera vez este modelo one-of-one, concebido como una obra maestra del coachbuilding contemporáneo.
La elección de The Quail para su estreno no es casualidad: este evento se distingue por reunir a los automóviles más raros y exclusivos del mundo, en un ambiente íntimo y selecto que prioriza la cercanía entre los fabricantes y un público conocedor. Para Bugatti, debutar aquí significó enmarcar al Brouillard en un contexto que refleja exactamente lo que representa: artesanía, exclusividad y personalización sin límites.

Un homenaje a Ettore Bugatti y la tradición ecuestre
El Brouillard rinde tributo a una de las pasiones más personales de Ettore Bugatti: su amor por los caballos. Inspirado en su corcel favorito —un majestuoso pura sangre blanco con tonos grisáceos— el coupé refleja en cada línea y cada detalle interior las cualidades que definieron a los Bugatti desde sus orígenes: velocidad, belleza y elegancia atemporal.
Con un diseño que equilibra forma y función, el Brouillard se construye sobre la base del legendario W16 quad-turbo de 1.600 CV, perfeccionado durante dos décadas de ingeniería. Sus tomas de aire, el perfil fluido de su techo y un alerón trasero tipo ducktail encarnan el compromiso entre aerodinámica y estética, mientras que su interior exhibe un despliegue de alta costura automotriz: tejidos tartán parisinos, fibra de carbono teñida en verde, aluminio mecanizado y un selector de marchas con una escultura artesanal del caballo Brouillard encapsulada en cristal.

Una cita con la alta costura automotriz
La presentación en The Quail marcó el inicio de la vida pública de este modelo irrepetible, que posteriormente será mostrado en una vitrina aún más privada: el Le Domaine Bugatti, reservado únicamente para clientes y amigos cercanos de la marca.
En cada aspecto, el Brouillard confirma lo que Bugatti busca con el Programme Solitaire: crear un máximo de dos automóviles por año, cada uno con un nivel de detalle y exclusividad que lo convierte en una pieza de automotive haute couture.
Este debut en The Quail no solo es la revelación de un automóvil único, sino también la declaración de una visión: mantener vivo el legado de Ettore Bugatti mientras se reinterpreta para el siglo XXI con una mezcla inigualable de arte, ingeniería y pasión.

Historia y relevancia de Monterey Car Week
La Monterey Car Week, celebrada cada mes de agosto en la península de Monterey, California, es uno de los encuentros automovilísticos más prestigiosos del planeta. Su origen se remonta a la década de 1950 con la organización del Pebble Beach Concours d’Elegance, un evento donde se exhibían automóviles clásicos y restaurados en un entorno de elegancia y distinción.
Con el paso del tiempo, la cita fue creciendo hasta transformarse en una semana completa de actividades que incluyen subastas millonarias, presentaciones de marcas exclusivas, exhibiciones de superdeportivos y concept cars, y encuentros privados para coleccionistas. Hoy, Monterey Car Week reúne a los fabricantes más prestigiosos del mundo y a los apasionados que buscan las piezas más raras y exclusivas del automovilismo.
El debut del Bugatti Brouillard en este escenario no es casualidad: es un homenaje al pasado glorioso de la marca y una declaración de su visión de futuro, reafirmando el compromiso de Bugatti con el arte, la innovación y la exclusividad absoluta.

VALLTRO: El Bugatti Brouillard me parece mucho más que un coche: es la reafirmación de que en el mundo del motor todavía hay espacio para la artesanía, la emoción y la historia personal. Vivimos una época en la que los fabricantes apuestan por la producción en serie y la tecnología eléctrica, y sin embargo Bugatti se atreve a presentar una obra única, ligada al espíritu de Ettore y a su caballo favorito. Eso es lo que más me impresiona: cómo una anécdota íntima se convierte en un icono de la alta costura automotriz.
El hecho de que el Programme Solitaire limite su producción a solo dos piezas al año me hace pensar en el valor intangible que tendrá cada creación: serán joyas irrepetibles, destinadas a convertirse en leyenda desde el mismo momento de su presentación. El Brouillard no es un automóvil que se compre solo por prestaciones, es un objeto de colección, de identidad y de herencia, que refleja cómo la pasión y la personalización absoluta siguen marcando la diferencia en la cima del lujo automotriz.
Precio del Bugatti Brouillard
El Bugatti Brouillard, primera creación del exclusivo Programme Solitaire, se sitúa en un nivel de lujo extremo incluso dentro del mundo de los hypercars. Su precio de partida se estima en alrededor de 30 millones de dólares, lo que al cambio actual supera los 26 millones de euros para el mercado europeo. Este valor refleja no solo la potencia y la ingeniería de su motor W16 de 1.600 CV, sino también la artesanía personalizada, los materiales exclusivos y los detalles únicos de cada unidad, desde el bordado del nombre Brouillard en el tablero hasta los emblemas artísticos de su carrocería.
Más que un automóvil, el Brouillard es una pieza de colección irrepetible, diseñada para clientes que buscan exclusividad absoluta y máxima personalización, convirtiéndose en un verdadero icono de inversión y lujo automotriz.