La fundación, ubicada en Emiratos Árabes por sus ventajas fiscales, también promoverá su legado. Ha generado reacciones en España, dado que el Rey Felipe VI y la Princesa Leonor renunciaron a su herencia en 2019.

El Rey Emérito Juan Carlos I crea una fundación en Abu Dhabi para traspasar su herencia a sus hijas.
Foto por Europa Press

El Rey Emérito Juan Carlos I, quien ha residido en Abu Dhabi desde agosto de 2020, ha dado un paso significativo en la gestión de su patrimonio mediante la creación de una fundación en Emiratos Árabes Unidos (EAU) en colaboración con sus hijas, las infantas Elena y Cristina. Este nuevo instrumento no solo tiene el propósito de facilitar la transferencia de su herencia, sino también de preservar y promover su figura a través de actividades culturales y educativas.

Contexto y Motivaciones

Tras su partida de España y su residencia en Abu Dhabi, Juan Carlos I ha encontrado en la jurisdicción de los Emiratos un entorno favorable para estructurar sus bienes y garantizar la transferencia de su herencia a sus hijas. La elección de EAU responde a las ventajas fiscales y al alto grado de confidencialidad que ofrece su sistema legal, que protege la identidad de los beneficiarios y permite una gestión discreta del patrimonio. Este marco legal es particularmente relevante para una figura pública como Juan Carlos I, cuyo historial ha estado marcado por escándalos financieros y mediáticos que ha intentado mitigar en los últimos años.

El Rey Emérito ha trabajado de cerca con un abogado español para estructurar esta fundación, buscando no solo proteger su fortuna, sino también evitar posibles complicaciones legales o fiscales que podrían surgir en España u otras jurisdicciones europeas.

Estructura y Funcionamiento

La fundación está diseñada de manera que, tras el fallecimiento de Juan Carlos I, sus hijas Elena y Cristina puedan acceder a su herencia sin los obstáculos habituales asociados a la gestión de grandes patrimonios. Ambas infantas forman parte del patronato de la fundación, lo que les otorga un papel central en la toma de decisiones y en el manejo de los activos.

Este diseño ofrece una transición fluida, ya que las infantas tendrían control directo sobre la administración de los fondos, lo que evita que otras instancias legales o fiscales puedan interferir en el proceso. Además, la fundación cuenta con el respaldo legal y la confidencialidad proporcionada por las leyes de Emiratos Árabes, lo que refuerza su carácter discreto.

Implicaciones Legales y Fiscales

La creación de esta fundación en Abu Dhabi tiene claras implicaciones fiscales. En primer lugar, las fundaciones en EAU disfrutan de una casi nula carga impositiva, lo que las convierte en una opción atractiva para gestionar grandes fortunas. La opacidad y el secreto en torno a su funcionamiento también resultan ventajosos, especialmente para una familia real como la española, que ha enfrentado múltiples controversias relacionadas con la gestión de bienes en el pasado.

El Rey Emérito ha buscado manejar este proceso con máxima discreción para evitar nuevos escándalos, luego de que investigaciones fiscales tanto en España como en Suiza fueran finalmente archivadas. Estas investigaciones se centraban en su vinculación con cuentas y donaciones opacas, como la donación de 100 millones de dólares procedente de Arabia Saudí, que fue gestionada a través de la Fundación Lucum.

Reacciones y Consecuencias

La creación de esta nueva fundación ha generado diversas reacciones en España. Esto se debe en parte al hecho de que el Rey Felipe VI y la Princesa Leonor renunciaron públicamente a cualquier herencia de Juan Carlos I en 2019, tras hacerse pública la existencia de la Fundación Lucum y las donaciones procedentes de Arabia Saudí.

Aunque el Rey Felipe VI ha intentado distanciarse de las controversias financieras de su padre, el establecimiento de esta fundación en Abu Dhabi podría reavivar el debate sobre la transparencia y la gestión patrimonial dentro de la familia real. Además, refuerza la percepción de que Juan Carlos I sigue manejando su fortuna en el extranjero, lo que podría tener repercusiones en su imagen pública en España.

Conclusión

La creación de la fundación en Abu Dhabi por parte de Juan Carlos I representa un esfuerzo estratégico para asegurar el futuro financiero de sus hijas, las infantas Elena y Cristina, mientras protege su propio legado. Esta fundación no solo facilita la transferencia patrimonial, sino que también refleja los desafíos y complejidades legales que enfrentan las familias reales al gestionar su riqueza. Al mismo tiempo, esta decisión subraya la distancia que sigue existiendo entre el Rey Emérito y las instituciones españolas, lo que ha provocado reacciones mixtas en la opinión pública y los medios.

En última instancia, esta maniobra pone de manifiesto cómo las estructuras legales internacionales siguen siendo herramientas clave para la gestión de grandes patrimonios, especialmente en contextos tan delicados como los de la realeza europea.

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