El Gran Premio de Las Vegas 2024 no solo marcó la coronación de Max Verstappen como tetracampeón del mundo de Formula 1, sino que ofreció una carrera llena de emoción, estrategias arriesgadas y giros inesperados. La fría y resbaladiza pista del circuito urbano de Las Vegas fue el escenario perfecto para una carrera que quedará en la memoria por su intensidad y relevancia histórica.
Verstappen: el campeón calculador
Max Verstappen llegó al fin de semana con un objetivo claro: mantener a Lando Norris detrás para sellar su cuarto título mundial consecutivo. Desde el inicio, el piloto neerlandés demostró su habilidad para gestionar la presión y adoptó una estrategia conservadora pero efectiva. Tras una sólida salida, Verstappen defendió su posición ante Norris en la primera curva, estableciendo un ritmo controlado que le permitió evitar riesgos innecesarios.
Consciente de la importancia del campeonato, Verstappen optó por no involucrarse en batallas directas con los Ferrari de Carlos Sainz y Charles Leclerc en las últimas vueltas. Ambos lograron adelantar al Red Bull, relegándolo a la quinta posición, pero para entonces, el neerlandés ya había cumplido su misión. La celebración al final de la carrera fue emotiva, con Verstappen y el equipo Red Bull festejando un logro histórico que lo coloca junto a leyendas de la Fórmula 1 como Sebastian Vettel y Alain Prost.
Mercedes resurge con un contundente 1-2
En la otra cara de la moneda, el equipo Mercedes vivió un día de gloria con su primer doblete de la temporada. George Russell, quien partió desde la pole, lideró la carrera de principio a fin con una gestión impecable de los neumáticos y las condiciones de la pista. Su victoria fue un reflejo de su madurez como piloto y del potencial técnico del equipo alemán.
Por su parte, Lewis Hamilton remontó desde el décimo lugar en la parrilla tras una complicada sesión de clasificación. El siete veces campeón del mundo realizó adelantamientos brillantes y aprovechó las estrategias de parada en boxes para escalar posiciones, asegurando el segundo lugar y completando el dominio de Mercedes en Las Vegas. Este resultado revitaliza al equipo en una temporada irregular y les brinda confianza de cara al 2024.
Batallas intensas en la media parrilla
El espectáculo no se limitó a los líderes. En la zona media, la lucha por los puntos fue feroz, con Nico Hulkenberg destacando al superar al Red Bull de Yuki Tsunoda en las últimas vueltas. Este resultado fue crucial para Haas, que se encuentra en una batalla cerrada por el sexto lugar en el campeonato de constructores.
Sin embargo, no todos los equipos tuvieron motivos para celebrar. Alpine sufrió un duro golpe con el abandono de Pierre Gasly debido a problemas técnicos, desperdiciando una prometedora posición de salida desde la segunda fila. Esto permitió que McLaren capitalizara con Oscar Piastri, quien terminó séptimo pese a una penalización por adelantarse en la salida.
Fernando Alonso, en cambio, volvió a quedarse fuera de los puntos al finalizar undécimo, una situación que pone en evidencia las dificultades de Aston Martin para mantener el ritmo competitivo de principios de temporada. Sergio Pérez, por su parte, logró salvar un punto para Red Bull al cruzar la meta en décima posición, pero su actuación estuvo lejos de las expectativas.
La culminación de una era para Verstappen
Con este cuarto título, Max Verstappen se consolida como uno de los grandes de la Fórmula 1. A sus 27 años, el piloto neerlandés ha logrado dominar el deporte con una consistencia y talento que pocos han igualado en la historia. Su éxito no solo es un reflejo de su habilidad al volante, sino también del esfuerzo colectivo de Red Bull, que ha diseñado un coche imbatible durante cuatro temporadas consecutivas.
El Gran Premio de Las Vegas fue un reflejo perfecto de la temporada 2024: el dominio estratégico de Verstappen, el resurgir de Mercedes, y una parrilla media llena de acción y sorpresas. Con solo unas carreras restantes, los aficionados ya miran hacia el futuro, preguntándose si alguien podrá desafiar al tetracampeón en 2025. Mientras tanto, Max Verstappen celebra su lugar entre los inmortales de la Fórmula 1.
