El Ferrari Testarossa de 1988 es un icono del automovilismo de los años 80, famoso no solo por su impactante diseño, sino también por su potencia y rendimiento.

Este modelo en particular está propulsado por un motor flat-12 de 4.9 litros, capaz de entregar 380 hp y un par de 354 lb-pie de torque, lo que le otorga una experiencia de conducción inolvidable. La potencia se envía a las ruedas traseras a través de una caja de cambios manual transaxle de 5 velocidades con diferencial de deslizamiento limitado, lo que garantiza un control y tracción óptimos.

Diseño y Estilo Inconfundible
El Testarossa, diseñado por Pininfarina, destaca por su carrocería en Rosso Corsa, el emblemático color rojo de Ferrari, y detalles únicos que lo separan del resto. Entre sus características se encuentran los faros escamoteables, luces antiniebla y una toma de aire asimétrica debajo del faro izquierdo, junto con las clásicas tomas de aire laterales que dan un aire agresivo y aerodinámico. Las insignias de la Scuderia Ferrari adornan los guardabarros, y los paneles laterales en color rojo se combinan con los cuatro tubos de escape para completar el aspecto icónico del coche.
Este ejemplar monta llantas de aleación plateadas de 16 pulgadas con cinco radios, reemplazadas en 2016 y calzadas con neumáticos BFGoodrich g-Force Sport, asegurando un agarre superior en la carretera.

Interior de Lujo y Funcionalidad Clásica
El interior del Testarossa está cuidadosamente tapizado en cuero Connolly beige, cubriendo asientos, paneles de las puertas y el tablero inferior, aportando un lujo sofisticado que contrasta perfectamente con la potencia que esconde bajo el capó. Entre sus comodidades se incluyen cinturones de seguridad motorizados, un sistema de sonido Alpine y la emblemática palanca de cambios en la consola central, que también alberga controles para el aire acondicionado, el desempañador trasero y los elevalunas eléctricos.
El volante de tres radios forrado en cuero enmarca la instrumentación Veglia, con un velocímetro que llega a las 200 mph y un tacómetro que marca hasta las 6,800 rpm. Los medidores adicionales para la presión de aceite, la temperatura del refrigerante, el nivel de combustible y la temperatura del aceite se encuentran en la consola central, junto a un reloj analógico.

Mantenimiento Extensivo en 2016
Este Ferrari Testarossa ha sido objeto de un mantenimiento exhaustivo en 2016. Los trabajos realizados incluyen el recubrimiento con polvo del subchasis y los componentes inferiores, la restauración del spoiler delantero y la cubierta del parachoques, además del reemplazo de los neumáticos, llantas, rótulas, amortiguadores delanteros, conjunto de embrague y las correas de distribución. En la misma ocasión, se sustituyeron las correas de transmisión, la batería, el filtro de combustible, los inyectores, el sensor de oxígeno, el rotor de encendido y las mangueras del refrigerante.
Además, el coche cuenta con un CARFAX limpio, lo que garantiza que ha sido cuidadosamente mantenido y no presenta daños ni incidentes significativos.

Un Ferrari para la Historia
Con su herencia en el automovilismo, el Ferrari Testarossa de 1988 sigue siendo un símbolo de la era dorada de los superdeportivos. Su combinación de diseño atemporal, rendimiento brutal y lujo interior lo convierte en una joya altamente apreciada por coleccionistas y entusiastas de Ferrari en todo el mundo.
