Las acciones de Nike caen un 20% a su nivel más bajo en 4 años
A Nike store in Shanghai.
NURPHOTO VIA GETTY IMAGES

Nike, una de las marcas deportivas más emblemáticas y consolidadas del mundo, sufrió un duro golpe financiero este viernes cuando sus acciones se desplomaron un 20%, marcando el peor día en los 44 años de historia de la compañía como entidad cotizada en bolsa. Esta caída dramática llevó el precio de las acciones de Nike a su nivel más bajo desde el inicio de la pandemia de COVID-19 en marzo de 2020, y, aparte de ese periodo, el más bajo desde enero de 2019.

El desencadenante clave: Informe de ganancias decepcionante

La causa principal detrás de este abrupto descenso fue el informe de ganancias de Nike, presentado el jueves, que reveló una disminución del 2% en las ventas trimestrales del período que terminó el 31 de mayo. Aún más preocupante fue la previsión de la empresa de una caída del 10% interanual, un contraste alarmante con la disminución del 3% que los analistas del mercado habían anticipado. Esta revisión a la baja de las expectativas sorprendió a los inversores, lo que provocó una venta masiva de acciones.

En su análisis, los analistas de UBS, liderados por Jay Sole, señalaron que las «tendencias fundamentales de Nike son mucho peores de lo que habíamos anticipado» y advirtieron que «no habrá una recuperación rápida en las ganancias de Nike», lo que llevó a una rebaja en la calificación de sus acciones, de compra a neutral.

Problemas en el horizonte: Desafíos para el gigante deportivo

El desplome de las acciones refleja las crecientes preocupaciones de los inversores sobre la capacidad de Nike para mantener su liderazgo en el mercado deportivo global. A pesar de su fuerte presencia de marca y su estatus como líder de la industria, la empresa enfrenta múltiples desafíos que han comenzado a afectar su desempeño financiero.

Uno de los factores clave ha sido la desaceleración de las ventas en varios mercados importantes, incluidos Estados Unidos y China, dos regiones estratégicas para el crecimiento de Nike. A esto se suma el aumento de los costos de producción y distribución debido a la inflación global, que ha erosionado los márgenes de beneficio de la compañía. Además, Nike ha enfrentado dificultades en la gestión de su cadena de suministro, agravadas por las restricciones post-pandemia y los problemas logísticos globales.

Otro desafío crucial ha sido la creciente competencia en el sector del calzado y la ropa deportiva. Marcas como Adidas, Under Armour y Puma han intensificado sus esfuerzos para ganar cuota de mercado, y las nuevas generaciones de consumidores se muestran cada vez más interesados en alternativas que reflejen sus valores en términos de sostenibilidad y responsabilidad social.

¿Qué sigue para Nike?

A corto plazo, los analistas esperan que Nike experimente un período de ajuste mientras intenta recuperar la confianza de los inversores y abordar los problemas subyacentes que han afectado sus finanzas. Sin embargo, la advertencia de que no habrá una recuperación rápida en sus ganancias indica que el camino hacia una estabilización podría ser largo y lleno de obstáculos.

Nike, con su inmensa capacidad de innovación y su leal base de consumidores, sigue siendo una fuerza dominante en el mundo deportivo. Sin embargo, la empresa tendrá que adaptarse a un panorama en rápida evolución si quiere evitar caídas similares en el futuro. Las decisiones estratégicas que tome en los próximos meses serán críticas para determinar si el gigante de las zapatillas podrá volver a sus niveles de crecimiento anteriores o si esta caída representa el inicio de un período más prolongado de dificultades.

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